Tenía previsto escribir un post más animado pero la noticia que recoge estos días los medios sobre una violación en grupo por parte de un conjunto de jóvenes a una menor me hace posponerlo para una próxima entrada. No pretendo comentar ni opinar sobre la noticia, ya que cualquiera se puede formar su propia opinión tras informarse en cualquier portal de internet. Sólo pretendo hacer notar la dirección que está tomando la educación de nuestros jóvenes. Una educación cada vez más amoral y falta de empatía. Es lógico que a medida que las sociedades van avanzando su moralidad cambie pero hay ciertos valores que son básicos para que una sociedad se pueda considerar como tal. Quizás todos ellos se podrían ver resumidos a uno sólo, <>.
Respeto para todos los elementos de la sociedad, esto incluye tanto a personas, en su forma física y mental, como a objetos. Al fin y al cabo, y es algo que parecen no entender los vándalos, los desperfectos causados a objetos públicos (papeleras, contenedores, farolas…) los pagamos todos, incluidos los mismo vándalos.
Pero esta falta de respeto no es más que un reflejo de la falta de empatía que transmitimos a nuestros jóvenes. No son capaces de reconocer sentimientos en otras personas ni ponerse en su lugar. Por lo que el bien se convierte en todo aquello que me hace bien a mí de una forma inmediata, sin pensar en sus futuras consecuencias. El mal queda relegado a todo aquello que me impide tener la satisfacción que deseo.
Muchos pensaran que es culpa de una mala educación. Otros que es culpa de sus familias. Pocos lo achacaran a los medios. Realmente la culpa de esta falta de moral es de todos y de ninguno. Padres, educadores y medios son los tres pilares donde se van a apoyar los jóvenes a la hora de construir su personalidad. Los tres han de apuntar en una misma dirección y ninguno puede suplir la falta de otro.
Solución… , no es fácil pero sí posible. Se necesita una mayor implicación por parte de todos. Demostrar la importancia de cualquier acto. Enseñar a sentir y ponerse en el lugar de otros. O en otras palabras, <> desde todos los pilares.
Respeto para todos los elementos de la sociedad, esto incluye tanto a personas, en su forma física y mental, como a objetos. Al fin y al cabo, y es algo que parecen no entender los vándalos, los desperfectos causados a objetos públicos (papeleras, contenedores, farolas…) los pagamos todos, incluidos los mismo vándalos.
Pero esta falta de respeto no es más que un reflejo de la falta de empatía que transmitimos a nuestros jóvenes. No son capaces de reconocer sentimientos en otras personas ni ponerse en su lugar. Por lo que el bien se convierte en todo aquello que me hace bien a mí de una forma inmediata, sin pensar en sus futuras consecuencias. El mal queda relegado a todo aquello que me impide tener la satisfacción que deseo.
Muchos pensaran que es culpa de una mala educación. Otros que es culpa de sus familias. Pocos lo achacaran a los medios. Realmente la culpa de esta falta de moral es de todos y de ninguno. Padres, educadores y medios son los tres pilares donde se van a apoyar los jóvenes a la hora de construir su personalidad. Los tres han de apuntar en una misma dirección y ninguno puede suplir la falta de otro.
Solución… , no es fácil pero sí posible. Se necesita una mayor implicación por parte de todos. Demostrar la importancia de cualquier acto. Enseñar a sentir y ponerse en el lugar de otros. O en otras palabras, <
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